domingo, 26 de julio de 2015

Un ojo biónico devuelve la visión de un anciano británico


Un jubilado británico de 80 años, parcialmente ciego, recuperó parte de su vista gracias a un ‘ojo biónico’, un instrumento que transmite imágenes de video de una cámara en miniatura instalada en sus gafas a sus ojos.

La Universidad de Manchester anunció esta semana que la operación al ingeniero retirado Ray Flynn se realizó con éxito. Es la primera vez que se consigue este resultado en una persona de 80 años.

Flynn padecía degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una afección que conlleva una importante causa de deficiencia visual en los mayores de 50 años, que aumenta con la edad y que puede llevar a la pérdida de la visión central.

La afección supone que la visión de quien la padece queda disminuida y que no puede ver cosas en frente y se les dificulta reconocer caras. Según el comunicado, Flynn está deseando poder ver los partidos de su querido Manchester United y hacer jardinería.

Operación de cuatro horas
"La evolución del señor Flynn es realmente notoria. Puede ver el contorno de la gente y de los objetos", dice el profesor Paulo Stanga, que dirigió la operación, de cuatro horas de duración.

"La versión seca de la degeneración macular es una afección común, pero intratable. En el mundo occidental es la principal causa de pérdida de la visión. Por desgracia, con una población cada vez más mayor, se está haciendo cada vez más común", añadió. El dispositivo fue implantado en junio y activado el 1 de julio.

Las retinas biónicas ya no están restringidas al mundo de la ciencia ficción: ya se usan para ayudar a gente ciega o parcialmente ciega.
Con ellas, las imágenes capturadas por la cámara se transforman en pequeños impulsos eléctricos que se transmiten por una tecnología sin cables a unos electrodos situados en la superficie de la retina.

A continuación los electrodos estimulan las células restantes y transmiten los patrones de luz al cerebro, que finalmente son interpretados por el cerebro de Flynn, lo que le permite recuperar la visión.

El implante subretinal exige que los electrodos se coloquen en el epitelio pigmentario retinal. Ahí estimulan las neuronas retinales no enriquecidas, que luego transmiten las señales hasta las células retinales ganglionares, que luego las propagan hasta el cerebro por el nervio óptico. Al estimular esta red retinal, se pueden preservar algunos aspectos del procesamiento de señales, como el que permite ver videos

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