domingo, 9 de octubre de 2016

Páncreas artificial ajusta automáticamente el nivel de azúcar en sangre



La tecnología, la ciencia y la innovación se unen para mejorar las condiciones de vida de las personas con alguna patología, en este caso la de los pacientes con diabetes tipo 1. La Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso del primer páncreas artificial automático, denominado MiniMed 670G, que funciona como una bomba de insulina para ayudar a quienes sufren de esta enfermedad metabólica.

MiniMed 670G es una bomba de insulina que se conecta de forma inalámbrica con un sensor subcutáneo que mide el nivel de azúcar en sangre, y que es capaz de ir inyectando las dosis necesarias de insulina de forma continua y automática sin que el paciente tenga que estar pendiente de ello.

Eso sí, sigue siendo necesario que estime la cantidad de hidratos de carbono que va a ingerir con las comidas para indicárselo a la bomba y que ésta compense esa ingesta, igual que tienen que hacer ahora con los pinchazos.

Esta bomba de insulina inyecta las dosis necesarias de forma automática sin que el paciente esté pendiente.

Pero el que la bomba pueda funcionar en automático es un enorme avance. Además, según el fabricante, el algoritmo que gobierna su funcionamiento va aprendiendo cosas acerca del usuario con el tiempo, lo que le permite hacer ajustes mucho más finos que el habitual "si tiene tanto azúcar de más, hay que inyectar tal cantidad de insulina".

Estudio

Los pacientes que participaron en el estudio clínico previo a su aprobación por parte de la autoridad sanitaria de EEUU (FDA) consiguieron bajar su nivel de A1C (hemoglobina glucosilada), un indicador a largo plazo del nivel de azúcar en sangre, y lograron reducir en un 44 por ciento y en un 11 por ciento el tiempo que pasan con niveles bajos y altos de azúcar respectivamente, frente a los valores obtenidos cuando se controlaban el nivel de azúcar en modo manual.

No es la solución definitiva, ya que el sensor hay que cambiarlo cada semana y hay que hacer calibraciones periódicas, aunque el tubo mediante el que la bomba inyecta la insulina puede quedarse puesto entre dos y tres años; la bomba es además sumergible, con lo que llevarla siempre puesta, aunque no deje de ser un engorro, es más llevadero.

El MiniMed 670G fue aprobado para pacientes mayores de 14 años, aunque está en marcha un estudio para determinar su posible uso por parte de niños de seis años de edad en adelante.


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