sábado, 16 de julio de 2016
Guante robótico, RoboGlove multiplica la fuerza de agarre
La NASA, General Motors y Bioservo Technologies AB, una compañía sueca de tecnología médica, desarrollaron hace unos años el RoboGlove, un guante robótico cuyo uso estaba originariamente pensado para los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Fue fabricado con la finalidad de ayudar a facilitar las reparaciones en el espacio, ya que tiene la capacidad de dar fuerza adicional a cualquier individuo que lo lleve puesto.
Aunque no estaba planteado para su utilización en la Tierra, teniendo en cuenta sus cualidades, han pensado que también sería interesante su uso en nuestro planeta para diferentes tipos de aplicaciones, como el cuidado de la salud, la manufactura y fabricación, así como otras aplicaciones industriales.
Así, este guante permite reducir el trabajo que necesita una mano humana al sostener un objeto pesado, como es el caso de muchas de las herramientas que usan los astronautas.
Esta reducción, y el hecho de que reproduzca de manera bastante fiel el aparato locomotor a nivel de mano y antebrazo lo hacen interesante para otras aplicaciones dentro de la atmósfera terrestre.
Optimizar la fuerza
RoboGlove está diseñado para optimizar la fuerza del usuario y darle una potencia adicional. El dispositivo está equipado con diversos sensores, actuadores y tendones que imitan los músculos, nervios y tendones presentes en la mano humana.
Su funcionamiento es el siguiente: cada uno de los dedos dispone de sensores de presión, y cuando estos detectan que el usuario está agarrando algo, los tendones sintéticos se retraen, añadiendo una importante fuerza adicional para que la tarea sea más liviana para el individuo.
De acuerdo con los datos de la NASA, si para llevar a cabo una tarea con una herramienta se requiere una presión de entre 7 y 9 kb, el guante robótico puede reducirla para que sólo tengan que aplicar una fuerza de entre 2,3 y 4,5 kg.
Esto se traduce en que hay también una reducción del agotamiento, un factor de importancia teniendo en cuenta lo que pueden durar las reparaciones en la Estación Espacial Internacional (EEI), emplazamiento para cuya rutina fue diseñado.
Las investigaciones demuestran que la fatiga puede ocurrir a los pocos minutos de empuñar continuamente una herramienta.
General Motors está preparando una versión adaptada de RoboGlove para sus plantas de producción de automóviles (tanto piezas, como herramientas y tareas).
Si las pruebas tienen éxito, será la primera empresa en utilizar un dispositivo de estas características para facilitar la producción.
"El sucesor de RoboGlove puede reducir la cantidad de fuerza que un trabajador necesita utilizar al operar una herramienta por un tiempo prolongado o con movimientos repetitivos", dijo Kurt Wiese, vicepresidente global de Ingeniería de Manufactura de General Motors.
General Motors probó brevemente RoboGlove en una planta de reproducción antes de buscar a un socio que los refinara para que se ajuste a diversos tamaños de manos y abordar otros temas.
Por su parte, Bioservo Technologies, una empresa que lleva años dedicándose a la construcción de exoesqueletos para manos y otras extremidades, puso el ojo en el RoboGlove y lo vio un candidato idóneo para salpimentarlo con su tecnología propia Soft Extra Muscle (SEM). Va a optimizar el guante para su aplicación en el ámbito de la sanidad.
Bioservo espera que, aplicando su experiencia en exoesqueletos, por ejemplo el SEM glove enfocados a solucionar problemas de agarre, puedan crear un híbrido que sea de utilidad en terapias de rehabilitación o la creación de implantes biónicos.
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